LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS
En el periodo de los años 1337 a 1453, se libra una guerra
entre las actuales potencias, la francesa y la inglesa. Francia e Inglaterra
llevaron este conflicto bélico a otros niveles, la de la expansión en tiempo,
de ello el nombre “la guerra de los cien años”. Otros Estados de Europa también
fueron parte de este conflicto, pero en menor envergadura.
Este
periodo de entreguerra dúal y paz diplomática tienen una importancia bastante
grande en la formación de los sistemas monárquicos de la Europa feudal, en el
lado francés, el impacto será la creación de nuevos estados modernos, en
cambio, en territorio Inglés nacerá un nuevo conflicto interno que consolida
su propio sistema moderno, a este se le denominó “la guerra de las dos rosas”.
La supremacía
y la jerarquía predominante en suelo francés y los disgustos entre el soberano
y sus respectivos señores vasallos (el duque de Normandía y el de Aquitania),
fueron uno de los muchos factores que detonan el conflicto en la que nos vamos
adentrando ya que el respectivo duque era señor de dos títulos de gran
importancia, por un lado era el soberano de Inglaterra y por otro duque y
vasallo del rey francés. También, es de mencionar un acto que se adentra en el
tejido de la mecha, la del deterioro del orden feudal y el nacimiento de
reclamaciones de las naciones dentro del Estado Francés.
Además
de los mencionados puntos, el mayor de los actos que condujeron al estallido
fueron las confiscaciones de las tierras inglesas por parte del rey francés en
el siglo XIV. Fue hasta el año 1337 que Felipe IV, soberano de los franceses,
se apodera de la propiedad de Aquitania y la creciente inestabilidad económica
y social del siglo del apogeo y del XV, por mencionar la participación de
Bretaña y Borgoña.
La
guerra de los Cien años fue un conflicto que no se libró de una manera
continua, con esto nos referimos a que no eran combates de larga duración, más
bien eran una serie de etapas que perduraron un siglo. La primera etapa del
conflicto afirmada, fue en el año 1337 donde se victorian a las tropas
inglesas en las batallas, donde inglaterra logró la ocupación de Calais al
norte de Francia y la toma del rey francés Juan II en Poitiers. En los años
siguientes, aproximadamente entre los años 1360 y 1396 se estipulo el tratado
de Brétigny, donde se consiguió una paz para las siguientes décadas. Después
del tratado, las acciones bélicas se acabaron, pero era de suponerse que este
no duraría por muchos años.
En la
península Ibérica se desataba otro conflicto que se integró a las demás, la lucha
por el trono de Castilla, por lo que se recobró el conflicto entre los
franceses y los ingleses. En 1422 hasta el año 1453, se puso activo el tratado
de Troyes, en la que se creaba un distanciamiento entre los partidarios de los
Estados participantes, Francia e Inglaterra. En 1429 aparece una gran
personaje, Juana de Arco, quien luchando en el bando francés a través de una
iluminación divina sube la moral de las tropas logrando grandes victorias y en
el mismo año Delfín Carlos se coronaba Rey de Francia.
Al
concluir la guerra ya se asentaban los cimientos para el nacimiento del desarrollo
de los Estados modernos y los grandes fortalecimientos de una nación. Francia
se constituyó como un reino feudal con señores vasallos y súbditos, mientras
que en Inglaterra se desarrolló un sistema parlamentario donde el poder
absoluto ya no reside en el monarca, y parte de ella pasaba en manos del
parlamentos. Sin embargo, la disminución del poder del soberano en Inglaterra,
no recae en toda la jerarquía de la aristocracia y de la nobleza.
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